Según detalla el medio, el príncipe William suele ser muy amable con todos pese a su condición de ser el futuro rey de Inglaterra y, con la misma sencillez, sus hijos suelen salir a jugar con la mamá del dueño del negocio, tal y como lo haría cualquier otro niño de su edad.
"Cuando viene George se viste con ropa de camuflaje, así que tienes que fingir que no puedes verlo. Charlotte es muy mona, suele jugar en el jardín con la hija de mi pareja. Una vez tuvimos un autobús lleno de turistas holandeses ahí afuera con ellos y nadie se dio cuenta de quienes eran porque siempre parecen una familia común”, dijo el dueño del establecimiento, quien por su cercanía con los duques estuvo invitado a la gran boda real de William y Kate.