“La reina se molestó mucho al escuchar que esta vista del castillo Windsor se había convertido en una monstruosidad”, indicó al diario británico The Sun una fuente cercana al castillo.

Ante este hecho y como era de esperarse, la monarca ya ha puesto manos a la obra, y ha pedido a sus ayudantes que busquen una solución para que se elimine el graffiti y las vistas al Castillo Windsor recuperen su belleza original.
Por otro lado, Richard Endacott, presidente de la Asociación de Residentes de West Windsor, indicó que la reina no quedará impresionada por el acto, pero sí quiere que la persona responsable de los hechos, se haga cargo del costo total de la limpieza y recuperación del espacio perjudicado.