Ha sido uno de los momentos más trágicos en la historia de los Estados Unidos, por lo que el gobierno de este país está tratando de preservar uno de los elementos más emblemáticos de ese acontecimiento: el vestido rosa que portaba la entonces primera dama Jacqueline Lee y, que quedó manchado con la sangre del presidente norteamericano John F. Kennedy después de recibir varios impactos de bala.
Con la conmemoración del aniversario número 56 del asesinato del expresidente de Estados Unidos, se dio a conocer que las prendas forman parte del acervo de los Archivos Nacionales y Administración de Documentos, la agencia adscrita al gobierno federal estadounidense que protege los registros históricos y que fueron donadas en 2003 por Caroline Kennedy de 61 años, hija de Jackie y John, quien solicitó que no fueran exhibidas para evitar deshonrar la memoria de sus padres.
Según autoridades del lugar, el traje sastre se encuentra en una caja realizada a la medida, libre de ácido, de materiales que pudieran dañarlo y con temperatura controlada; no podrá ser visto hasta el año 2103, es decir, después de 150 años del brutal asesinato que le arrebató la vida al mandatario en Dallas, Texas el 22 de noviembre de 1963.
Las versiones oficiales de aquel día señalan que Jackie Kennedy no quiso quitarse el traje manchado de sangre durante más de doce horas, de hecho, presenció la toma de protesta de Lyndon B. Johnson como presidente en el Air Force One de regreso a Washington D.C. Aunque en varias ocasiones le recomendaron cambiarse de ropa, en ese momento ella siempre contestaba “Que vean lo que han hecho”.
Aunque se ha normalizado la idea de que el traje de lana cruzado es de Chanel, lo cierto es que pertenece Chez Ninon, una línea de ropa en Nueva York, la cual realizaba copias idénticas de diseños de las casas de moda más importante de Europa y que fue aprobada por la misma marca Chanel, según la biografía de Coco Chanel escrita por Justine Picardie en 2010.
El traje rosa de Jackie que acompañó con un sombrero rosa de pastillero, guantes blancos, cuello azul marino y bonotes dorados, era uno de los favoritos del presidente Kennedy y, el cual se mostró por primera vez en la colección otoño – invierno en 1961 de Chanel.