Nuestro “centro de operaciones” fue el hotel Montage , ubicado frente a la Bahía Santa María, entre San José del Cabo y Cabo San Lucas, donde nuestros anfitriones nos consintieron con platillos del mar y toda la variedad de tequilas y mezcales de la familia Clase Azul.
Fue interesante ver cómo los extranjeros aprecian y conocen el tequila mexicano de calidad. Algunos de los invitados eran de San Francisco y Nueva York, y todos coincidían en que los buenos destilados nacionales dan identidad a nuestro país y generan mucho interés en las barras y restaurantes de Estados Unidos.
Al día siguiente, después del desayuno, nos instalamos en uno de los bungalows de la enorme alberca infinita del hotel. La bahía, casi exclusiva de Montage, ofrece un panorama increíble de rocas, cactus y un intenso mar azul turquesa, que se disfruta mucho más con un buen coctel. Probamos todos, pero nuestros favoritos fueron los de jamaica y piña.
Las horas en el Pacífico parecen de 40 minutos, así que a las cinco de la tarde tuvimos que correr a arreglarnos para ir a la exclusiva Boutique Clase Azul, a las afueras de San José del Cabo, para vivir la experiencia A Taste of Culture. La tienda, única en su tipo en el mundo, es increíble. En ella se encuentran todas las botellas de tequila y mezcal de Clase Azul, además de kits artesanales ideales para regalo, muy apreciados norteamericanos y europeos.
Las botellas edición especial que la marca saca durante el año, como la pasada sobre el estado de Puebla (lanzada el 5 de mayo), se agotó en menos de una semana y sólo podía ser encontrada en este lugar.