De estos "días de guardar", como los llaman nuestras abuelas y mamás, hay gran diversidad de elementos, como las ofrendas, en las que se colocan las fotos de nuestros difuntos y se les ponen altares llenos de su comida favorita; entre esos platillos destaca uno: el delicioso pan de muerto.
Por eso desde la llegada de octubre inicia la búsqueda del mejor postre típico, que se hace más intensa conforme se acerca el inicio de noviembre. Para lograr un pan de muerto ideal, el chef Leonardo del restaurante Garabatos recomienda que "la masa sea esponjosa y redonda, simulando tener un cráneo y huesos azucarados".

Lo dulce del pan fue otra mezcla que se logró con la llegada de los españoles al país; gracias al azúcar que trajeron con ellos. Pero la pieza también se ha modernizado y gracias al ingenio mexicano encontró una gran variedad de propuestas en las que puede ser presentado.
En los restaurantes Garabatos puedes encontrar distintas opciones. Todas cuentan con una miga suave y esponjosa, con perfecto equilibrio entre los olores, sabores y sobresaliendo el de la mantequilla. Bajo la batuta del chef Leonardo está claro que con todo ese abanico, la presentación tradicional, con su suavidad exquisita, nunca puede faltar.
