
Este festejo de siglo y medio dio como resultado una exclusiva combinación de los mejores rones de la casa, algo que solo sucede cuando se domina a la perfección la técnica y se trabaja con pasión para dar vida a algo único en su tipo. La botella de este ron es casi una escultura hecha en cristal, acompañada con el emblema de la golondrina que le ha dado reconocimiento a la marca, así como una tapa en madera que aporta distinción.