Katy Perry y la productora responsable de su videoclip Lifetimes fueron sancionados con una multa de más de seis mil euros tras filmar escenas del videoclip en las dunas protegidas de un islote, ubicado en el Parque Natural de ses Salines de Ibiza, sin contar con los permisos oficiales correspondiente.
Katy Perry es multada por grabar videoclip de 'Lifetimes' en una zona protegida

Katy Perry es multada por grabar videoclip de 'Lifetimes' en una zona protegida
La grabación, realizada a finales de julio de 2024, incluyó tomas dentro de zonas de exclusión delimitadas por postes y cuerdas. Estas áreas están expresamente cerradas al acceso para preservar sus ecosistemas.
Pese a la controversia, las autoridades confirmaron que no se generaron daños ambientales, motivo por el cual el expediente se calificó como una falta grave, y no como delito ambiental, lo que permitió que la sanción se mantuviera en la mínima establecida.
Una vez notificada la sanción, la productora implicada, identificada como WeOwnTheCity, procedió a pagar la multa a principios de 2025, durante el mes de febrero.
Desde el sello discográfico Capitol Records, se argumentó que una productora local les había asegurado que se disponía de todas las autorizaciones necesarias, aunque posteriormente se aclaró que sólo contaban con un permiso verbal, aún en trámite.
'Lifetimes', la canción que unió a Katy Perry con la polémica
Katy Perry estrenó Lifetimes en septiembre de 2024 como el segundo sencillo oficial de su esperado álbum Ethereal, lanzado un mes después.
La canción marcó un regreso a las baladas emocionales, con una producción minimalista que pone el foco en la voz de la cantante y en una letra cargada de espiritualidad, donde reflexiona sobre vínculos que trascienden una vida.

A diferencia de sus anteriores éxitos más festivos, Lifetimes mostró una faceta introspectiva y madura, resultado, según la propia artista, de un proceso personal profundo vivido tras convertirse en madre.
El videoclip, estrenado en simultáneo con la canción, fue grabado en el islote de s’Espalmador, en Formentera, y generó controversia meses después de su publicación.