El mensaje de doña Cuquita a un año de la muerte de Vicente Fernández

La viuda del cantante estuvo presente en la misa que conmemoró su primer aniversario luctuoso.
Vicente Fernández y doña Cuquita.

A un año de la muerte de Vicente Fernández , el dolor por su ausencia continúa, pero si alguien tiene claro que pese a eso se debe seguir adelante, es su viuda doña Cuquita.

"Él no va a revivir": doña Cuquita

María del Refugio Abarca Villaseñor estuvo presente en la misa en honor al Charro de Huentitán por su primer aniversario luctuoso. Luego de estar acompañada de sus hijos Alejandro, Vicente Jr. y Gerardo, accedió a platicar con la prensa acerca de cómo ha sido su vida sin el hombre con quien estuvo casada por más de medio siglo.

La familia Fernández recordó al 'Charro de Huentitán' a un año de su muerte.

"Hay que echarle ganas, no me voy a decaer porque él no va revivir. Entonces, para qué me busco problemas, yo no me voy a buscar problemas, de ningún modo", comentó.

Dijo que aunque el intérprete de Las llaves de mi alma haya fallecido y quizá se encuentre en otro plano existencial, ella lo mantiene vivo en su memoria y su corazón.

Los tres Potrillos con doña Cuquita.

Le reza a Vicente Fernández todos los días a las 5 de la tarde

"Ni ausente lo siento, todo el día le tengo música, desde la mañana hasta en la noche hay música", aseguró la mamá de El Potrillo que presume de haber sido una mujer tranquila durante su juventud y reveló lo que hace todos los días a las 17:00 horas.

Vicente Fernández y Doña Cuquita.

"Es rezarle un rosario diario (a Vicente) aquí a las 5 de la tarde. Todo el año y toda la vida se lo voy a rezar. Me acuerdo que más o menos a las 5 de la tarde lo sepulté, entonces me parece que sí tiene un significado que a las 5 de la tarde yo venga a rezarle aquí a él".

Doña Cuquita finamente mencionó que siempre busca la manera de recordar a Chente: "Tomarme una cerveza con él era lo único que hacía, sólo una porque me emborrachaba. Yo no tomo tequila, no tomo nada de alcohol, entonces una cerveza chiquita me la tomaba con él y (me decía): 'tomate otra', (le respondía) 'no porque me emborracho'".