Las selfies que Kourtney Kardashian compartió el jueves en su cuenta de Instagram para ofrecer un vistazo a todos sus seguidores del interior de su impresionante vestidor terminaron por obligarla a desmentir, por enésima vez, que esté esperando su cuarto hijo, en esta ocasión con su actual novio Travis Barker.
En las imágenes que hicieron saltar las alarmas acerca de un posible embarazo, ella aparece a medio vestir y posando frente a un espejo, enfundada en un vestido rojo bajado hasta la cintura para mostrar el top negro de la marca SKIMS que llevaba puesto debajo.
En un principio no parecía que hubiese ninguna otra intención tras esas fotografías que hacerle un poco de promoción a la colección de su hermana Kim, pero algunos quisieron intuir un cambio en su figura y no tardaron en especular con la posibilidad de que estuviera embarazada en la sección de comentarios de la publicación.
Kourtney, que ya se ha enfrentado a este tipo de situaciones en el pasado, no ha dudado en responder directamente a uno de esos mensajes para asegurar contundentemente:
"Soy una mujer con un CUERPO". Hace unos meses se pronunció en esa misma línea cuando otra foto suya en bikini hizo pensar a mucho que estaba esperando otro bebé con su ex Scott Disick, para aclarar que, con 42 años y tres hijos, no pretende tener un vientre totalmente plano.