Billie Eilish, quien acaba de publicar su segundo trabajo discográfico, el aclamado 'Happier Than Ever', es una joven de 19 años a la que, como a casi todos, le gusta contar con elevados niveles de "autonomía" tanto en lo referente a su labor artística como en otros muchos aspectos de su vida.
Sin embargo, al mismo tiempo la estrella del pop evita a toda costa quedarse mucho tiempo sola, ya que esos momentos pueden resultarle aterradores y ante ellos reacciona con un exceso de nerviosismo."No me gusta estar sola. Me gusta tener autonomía y vivir en el anonimato, pero la verdad es que me pongo muy nerviosa cuando estoy sola, es algo que me aterra. Tengo muchos acosadores y gente que quiere hacerme cosas malas.
Además me da mucho miedo la oscuridad y no puedo evitar pensar en lo que puede haber debajo de la cama y de los sofás. Son miedos extraños e irracionales, así que sigo pasando mucho tiempo en casa de mis padres. Les adoro y me encanta estar con ellos", reveló.
Verse rodeada de sus seres más queridos también ayuda a la intérprete californiana a apaciguar sus brotes de estrés e incluso sus instantes esporádicos de cólera, aunque para recuperar la calma y el sosiego Billie recurre a sus siempre exigentes sesiones de equitación: una disciplina que lleva practicando desde la infancia.
"Soy ecuestre y eso te obliga a ser fuerte y a segregar adrenalina. Acabas exhausta y, para mí, es la mejor forma de descargar toda la tensión. La verdad es que estoy menos enfadada y soy menos hipersensible desde que volví a la equitación.
Mi familia, dios mío, me pone de los nervios a veces. Es una familia como otra cualquiera, te enfada y la amas al mismo tiempo, así que todo queda en equilibrio", dijo en una entrevista al diario británico The Guardian.