Fuentes de su entorno aseguraron a la revista People, que la también empresaria y su polémico marido apenas habrían tenido contacto desde la llegada del nuevo año.
Aunque tampoco han ofrecido nuevos detalles sobre el supuesto proceso de divorcio en el que ambos se sumergirán si no son capaces de solventar sus diferencias y salvar su unión.

"Es evidente que Kim está únicamente centrada en el futuro", se han limitado a manifestar estos informantes para dejar patente que no se han producido mejoras significativas entre la pareja, que se casó en 2014 tras dos años de romance público. No obstante, su relación personal se remonta al año 2003.
En lo que a la citada fiesta se refiere, Kim no estaría dispuesta a dejar pasar la oportunidad de sacar a relucir sus dotes organizativas y sus habilidades como anfitriona a pesar de que, debido a las restricciones derivadas de la crisis del coronavirus, no puede reunir a tantos amigos y allegados como hacía en otros tiempos.