El pasado mes de noviembre Selena Gomez se coronó como la mejor hermana mayor del mundo cuando llevó a la pequeña Gracie -la hija que su madre tiene fruto de su segundo matrimonio- a la premiere en Los Ángeles de la esperadísima secuela de Frozen.
En un principio la cantante no estaba muy segura si la niña sabría lidiar con el escándalo y griterío que acompaña a los posados de las celebridades ante los fotógrafos, pero para su sorpresa Gracie disfrutó a fondo de la experiencia y se desenvolvió como toda una profesional.