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Robbie Williams “se adueña” del corazón de los mexicanos en el Corona Capital

Fiel a su estilo irreverente, Robbie Williams se presentó como estelar del Corona Capital 2018, donde los fans se le rindieron.
dom 18 noviembre 2018 09:02 AM
Robbie Williams
Robbie Williams conquistó a todos con su actuación en el Corona Capital.

Venido de tierra de cetros y coronas, el inglés Robbie Williams fue el rey de la primera jornada del Corona Capital 2018.

Gobernó con ritmo e irreverencia, e impuso su monarquía en el escenario Corona. A las 23:00 horas, puntualidad inglesa, se presentó a la gran estrella de la noche. “The heavy entartainment show”, sonó en los altavoces.

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Secos y fuertes tarolazos dieron pie a la primera rola de la noche, congruente con el anuncio. “Welcome to the Heavy Entertainment Show” hizo que los miles de gritos resonaran en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

Y fue fuerte. Robbie, con su estilo irreverente, levantó la falda que portaba para mostrar su trusa. Siguió con su advertencia y su segunda canción fue “Let Me Entertain You”, mientras globos naranjas bailaban sobre la multitud.

“Robbie, Robbie, Robbie”, gritaban miles de fans para darle la bienvenida al británico, y éste les respondió. “Permítanme presentarme. Mi nombre es Robbie ‘Fucking’ Williams. Esta es mi banda, este es mi trasero y esta noche su trasero es mío”, dijo.

Se entregó al público y éste de regreso. A cada interacción que el inglés hacía, los mexicanos le seguían. Cuando Williams gritaba “Te quiero mucho”, en español, la gente se desvivía.

Recordó sus inicios, cuando estaba en la boy band Take That y evocó a George Michael, aquel artista a quien le debe admiración y devoción, con el cóver de ”Freedom”.

Robbie siguió platicando con la gente sobre sus motivos y vida. “¿Me extrañaron?”, preguntó, “lamento que haya pasado tanto tiempo, mientras no vine, tuve tres pequeños bebes”.

En los primeros 20 minutos de show, el cantante compitió con la fiesta que The Chemical Brothers había armado en el Corona Light, el escenario de enfrente, pero, una vez terminado éste, muchos se sumaron al reino de Williams. 14 potentes láseres apuntaban sus luces al cielo y el sonido fue perfecto.

¿Cercanía? Robbie subió a una chica del público, de nombre Nicole -según contó- y la abrazó; le dijo que también la amaba, la sentó en un sofá para contarle sobre su matrimonio con la actriz Ayda Field y le dedicó “Something Stupid”, ese tema que interpretara con Nicole Kidman.

Pero con temas como “Feel“, “Rock DJ” y “She Is the One” todos se sintieron tan cercanos como esa chica. Ya lo había dicho Robbie, los traseros le pertenecían.

Música para todos

Panic At The Disco levantó la bandera LGBT. Brendon Urie, vocalista, se envolvió en el arcoiris para emocionar a los fans que los seguían.

En el entarimado Corona Light, cantó “The Ballad of Mona Lisa” para que el público el entonara y antes del final hizo “I Write Sins Not Tragedies” para evocar esos años de preparatoria.

Su versión de “Bohemian Rhapsody”, aquella que hicieran para el filme Suicide Squad, tomó mayor relevancia dada la euforia por Queen, derivada del filme protagonizado por el californiano Rami Malek.

Caminaba la gente con atuendos desafiantes al frío. Había ombligueras, faldas, tops. Contrastaban los gorros y chamarras frondosas. Coincidían las cervezas dobles en 100 pesos.

The Kooks fue una descarga de acordes distorsionados y “She Moves on Her Own Way” fue la prueba.

Las hordas dispersas en los cuatro escenario empezaron a congregarse alrededor de la banda estadounidense. Se veían atraídas por los acordes de “Bad Habit”. Britpop presente con “You Don’t Love Me” y “Ooh la”.

Pidieron que con los celulares se hiciera una constelación de luces que se moviera con “Sea Side”. A los alrededores se bailaba entre humos de cigarro y marihuana. Con amigos, en pareja, solos.

Uno se hidrataba con las cervezas que venían en el lugar, pero las penitencias eran larguísimas filas para recargar las pulseras con las que se pagaban alimentos y bebidas.

Pero ni sed ni cansancio. Todavía faltaría un día más de música y fiesta, y aún estaba por venir.

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