Leer un guion suyo es introducirse en un mundo desolador y sin salida, mientras uno se entrega, sin reservas, a un hermoso texto literario, barroco, desbordado y pleno de poesía, todo lo que un profesor convencional de guion diría que no sirve.
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Sin embargo, de su pluma han surgido algunas de las películas más poderosas de las últimas décadas y con mayor presencia internacional. Desde El imperio de la fortuna, su primera aventura cinematográfica basada en Rulfo, hasta El diablo entre las piernas, Paz Alicia jamás se ha arredrado ante casos de la nota roja, biografías o adaptaciones de autores clásicos para convertirlas en narraciones asfixiantes en las que la mujer casi siempre es el centro de pasiones trágicas.
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Ningún escritor para cine que conozca posee su inteligencia filosa, su humor cáustico y su indiscutible guapeza, dispuesta siempre –y en todo momento– a contar historias.
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