Desde marzo de 2022, 11 de los 12 jardineros que trabajaban en los extensos jardines de Highgrove House, la residencia de campo del rey Carlos III, han abandonado sus puestos. Según reveló el diario The Sunday Times, al menos la mitad de ellos percibía el salario mínimo establecido en el Reino Unido, y varios habrían denunciado un ambiente laboral difícil, marcado por una “baja moral” generalizada.
Rey Carlos en la mira: enfrenta acusaciones de maltrato a sus jardineros
Once de los doce jardineros que trabajaban en la casa de campo del Rey Carlos dejaron sus puestos, denunciando sueldos bajos, presión excesiva y un ambiente de maltrato laboral.
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Rey Carlos en la mira: enfrenta acusaciones de maltrato a sus jardineros
Conocido por su amor a la botánica, el rey se ha implicado personalmente en el diseño y mantenimiento de Highgrove House, un símbolo de sostenibilidad y agricultura orgánica. Pero según varios exempleados, esa pasión ha dado paso a una presión desmedida y condiciones laborales precarias.
La mayoría de los trabajadores afectados cobraba el salario mínimo legal del Reino Unido y denunciaron que la falta de medios y el ritmo exigido, unido a la presión constante, erosionaron la moral del equipo.
Según una fuente interna, incluso hubo lesiones físicas entre los empleados como consecuencia de las exigencias excesivas.
Uno de los casos más comentados ocurrió cuando un jardinero no superó el periodo de prueba por no conocer el nombre de cierta flor. Se dice que Carlos III exclamó: “¡No vuelvas a poner a ese hombre delante de mí!.
Los testimonios describen situaciones en las que el monarca se involucraba hasta en detalles minuciosos, desde el tono de las rosas hasta el tamaño de los melocotones, y enviaba cartas manuscritas —algunas críticas, otras elogiosas— que resultaban abrumadoras para algunos de sus colaboradores.
La gestión de Highgrove está a cargo de la King’s Foundation, que en 2023 impulsó una auditoría externa para mejorar las condiciones laborales. Entre las recomendaciones figuraban una revisión salarial, apoyo en salud mental y capacitación en gestión para los mandos intermedios. Sin embargo, varias fuentes aseguran que las medidas no han logrado resolver los problemas de fondo
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La imagen pública del rey Carlos está en la mira
Este conflicto pone en jaque la imagen de Carlos III como defensor de la sostenibilidad y la agricultura ecológica. Highgrove, visitada cada año por cerca de 40,000 personas, simboliza el compromiso del monarca con un estilo de vida verde y responsable.
Pero ahora sus jardines se encuentran en el centro de un debate sobre exigencias laborales extremas y escasa retribución.
La crisis también plantea preguntas más amplias sobre la capacidad de la institución monárquica de adaptarse a estándares modernos de gestión laboral y bienestar de sus empleados, en un contexto donde la percepción pública de la casa real ya enfrenta tensiones por otros motivos
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