La fecha en que se conmemora el Día de la Independencia en Estados Unidos tiene un doble significado para los duques de Sussex. Por ello, en esta ocasión, Meghan Markle celebró el 4 de julio con un delicioso y tierno guiño a su historia de amor con el príncipe Harry.
Este viernes 4 de julio, a través de sus redes sociales, Meghan, duquesa de Sussex, compartió un video en el que se ve cómo prepara una tabla de quesos, frutos rojos y moras, acompañados por rebanadas de sandía, galletas y pan.
El motivo para que la duquesa de Sussex pusiera tanto empeño en “confeccionar” un aperitivo tan apetecible como visualmente atractivo y con una gama de colores fácil de identificar, tiene que ver con la celebración del Día de la Independencia en Estados Unidos.
Pero también se relaciona de manera profunda y significativa con un episodio del pasado que su esposo, el príncipe Harry, se encargó de inmortalizar —y compartir con el mundo— a través de uno de los pasajes de su libro de memorias, Spare: En la sombra, en el que cuenta los inicios de su romance, durante el verano de 2016, cuando reinaba la armonía en la Familia Real británica.
“Rojo, blanco y azul… ¡y fácil de hacer! ¡Feliz 4 de julio, amigos! Cuídense y diviértanse”, escribió Meghan Markle junto al video que muestra en modo “time lapse” cómo acomoda hábilmente sobre una tabla frutas y quesos cuyos colores homenajean a los de la bandera de Estados Unidos.
Además, como estadounidense consciente y mamá, la esposa del príncipe Harry sugirió a sus seguidores que se cuiden, ya que en este día existe la tradición de hacer espectáculos de fuegos artificiales por todo el territorio de la Unión Americana y el manejo de estos materiales siempre representa un riesgo.
Sin embargo, más allá del colorido y delicioso detalle que Meghan Markle preparó este día por el Día de la Independencia en su país, sabemos que haberlo hecho y hacer énfasis en los colores “rojo, blanco y azul”, representa un guiño al inicio de su historia de amor con el príncipe Harry en 2016.
En la época en la que se conocieron, según contó el hijo menor del rey Carlos III en su polémico libro de memorias, descubrió a Meghan en una imagen junto a una amiga suya, la publirrelacionista Violet von Westenholz, mientras navegaba por redes sociales.
Fue esa amiga quien se convirtió en el cupido de los futuros esposos y duques de Sussex, ya que gracias a su intervención Meghan y Harry tuvieron su primera cita el 3 de julio de 2016, un día antes de la fiesta nacional de Estados Unidos.
A través de la narración de aquellos instantes en las páginas de Spare: En la sombra, Harry reveló que hubo tan buena química entre ellos que quedaron de salir una segunda vez al día siguiente, el 4 de julio; y que para disculparse por haber llegado tarde el día anterior le llevó un regalo a Meghan.
El regalo que el príncipe Harry le llevó a Meghan Markle aquel 4 de julio fueron unos cupcakes con los colores rojo, blanco y azul, como “homenaje” a la Independencia estadounidense; un gesto que no estaba libre de cierta “ironía geopolítica”, ya que él representaba a la Corona británica, de la cual se separaron los fundadores de Estados Unidos.
En su libro, Harry lo recuerda así: “Dije algo sobre que los británicos tienen una visión muy diferente del Día de la Independencia a la de los estadounidenses, pero, bueno…”.
Pero bueno, nueve años, una boda real, un truene con la Corona y dos hijos después, el resto de la historia ya la conocemos.
Este año, además, sus hijos Archie y Lilibet se unieron a la tradición de conmemorar "su" 4 de julio, al hacer cupcakes coloridos, que la duquesa de Sussex presumió en sus redes sociales.
"Nuestra segunda cita fue el 4 de julio de 2016 y H me trajo cupcakes para celebrar. Ahora, todos estos años después, nuestros dos hijos están en la tradición. ¡Feliz día de la independencia! Que tu día sea tan dulce como estos cupcakes", escribió.
