Hace diez años, antes de conocer a su esposa Meghan Markle y convertirse en un hombre de familia, el príncipe Harry era oficialmente el miembro rebelde de la familia real británica.
Esa noche de fiesta ha regresado del pasado para atormentarlo en forma de una subasta en la que se vende la ropa interior que se quitó supuestamente en una habitación de hotel mientras jugaba al strip-billar.
La subasta comenzó el pasado jueves y el precio alcanzó rápidamente 250 mil dólares.
Además, permanecerá abierta de forma online hasta el 30 de septiembre, así que se espera que la suma sea multiplique hasta llegar al millón de dólares: el precio máximo para que se cierre automáticamente.
En 2012, el nieto de Isabel II realizó un viaje a Las Vegas en el que se tomaron aquellas fotos en las que aparecía desnudo y abrazando a una stripper, que se filtraron causando un gran escándalo.
Quien esté dispuesto a pagarlo, se quedará con los calzones negros de Harry, un recuerdo de la época más alocada del príncipe.