Los príncipes de Mónaco se dieron un beso -que muchos califican de ‘incómodo’ en redes sociales- y un abrazo, y también posaron muy cerca uno del otro junto a su anfitrión, el príncipe Haakon de Noruega, y sus hijos.
El futuro rey saludó a la princesa con un beso en la mano y otro más en la mejilla.
La pareja, quien fue recibida por la familia real de Noruega con un lunch en su honor, ha pasado por varios momentos difíciles en los últimos meses. El año pasado Charlene sufrió una enfermedad de la que se supo muy poco, misma que la obligó a permanecer fuera del principado por un tiempo, y una baja física y emocional que ocasionó su ingreso a una clínica de rehabilitación en Suiza.

Desde su regreso a Mónaco hace algunos meses, mucho se ha hablado de ella y de su matrimonio. Publicaciones europeas aseguran que la princesa se mantiene con Alberto sólo por un multimillonario contrato a cambio del cual llevaría una vida pública junto a su esposo.
Aunque no suele hablar públicamente de su vida privada, Charlene se expresó al respecto. “Me parece lamentable que ciertos medios propaguen tales rumores sobre me vida, mi relación”, confesó a Monaco Matin hace un par de semanas.