"Mi salud sigue siendo frágil y no quiero ir demasiado rápido. El camino fue largo, difícil y doloroso. Hoy me siento más tranquila", explicó la princesa, que asistió a la Monte-Carlo Fashion Week el martes por la noche, en compañía de su hija Gabriella.
Cuando se le preguntó por los rumores que habían circulado durante su larga ausencia, la princesa respondió: "Usted quiere hablar de los rumores de divorcio o de mi nueva residencia en Suiza. Me parece lamentable que algunos medios de comunicación difundan tales rumores sobre mi vida o mi relación", lamentó.
En el marco de un desplazamiento a Sudáfrica, país en el que creció y del que posee la nacionalidad, la esposa del príncipe Alberto de Mónaco, de 44 años, fue sometida a una operación quirúrgica en agosto pasado.

En septiembre, la princesa fue hospitalizada de urgencia después de sufrir un malestar debido a complicaciones relacionadas con una grave infección en el oído, la nariz y la garganta que había contraído en mayo, explicó su fundación.
A principios de octubre, fue sometida a una intervención con anestesia general relacionada con la infección.
El 23 de noviembre, una fuente cercana al Palacio informó a la AFP que la antigua nadadora olímpica había sido admitida "en un establecimiento especializado debido a un gran cansancio".
El 12 de marzo, el Palacio anunció que la princesa había regresado a Mónaco.