El príncipe quiere volver con sus hijos a su país natal pero "no pueden regresar" porque es demasiado peligroso, declaró un representante legal de Harry, citando amenazas "extremistas y neonazis".
En el verano de 2021 "su seguridad estuvo en juego debido a la ausencia de protección de la policía cuando se fue de un acto caritativo", prosiguió.

El 30 de junio, tras un encuentro con niños enfermos, su coche fue perseguido por paparazzi en Londres.
Esta demanda, lanzada en septiembre para reexaminar una decisión del ministerio del Interior, podría poner en aprietos de nuevo a la familia real, que ya tuvo que lidiar con el escándalo provocado por el príncipe Andrés, que se quedó sin sus honores reales ante la amenaza de un juicio civil en Estados Unidos por agresión sexual a una menor.