Bajo un sol radiante, el presidente, de 78 años, fue recibido por una guardia de honor del batallón de brigadieres reales, que ataviados con sus altos gorros negros de pelo de oso, formaron sobre el césped impecable mientras la banda tocaba marchas militares estadounidenses.
Después, los tres entraron en el castillo para tomar el té y conversar durante unos 40 minutos, según el programa, antes de que los Biden abandonen el Reino Unido con destino a Bruselas, próxima etapa de su gira europea de ocho días.

Isabel II, que recibió su segunda dosis de la vacuna contra el covid-19 a finales de marzo, ha mantenido desde entonces la mayor parte de sus encuentros de forma virtual, incluidas las audiencias con embajadores extranjeros.
El viernes, ella y su hijo Carlos, heredero al trono, organizaron en la región inglesa de Cornualles una recepción junto a otros miembros de la familia real para los mandatarios participantes en la cumbre del G7.