El príncipe William fue el primero en reaccionar públicamente a las acusaciones de racismo que Meghan Markle y el príncipe Harry hicieron en entrevista con Oprah Winfrey. El heredero al trono dejó en claro que ni él ni su familia son racistas, esto en respuesta a la revelación de la ex actriz, quien aseguró que un miembro de la familia hizo énfasis en el color de piel que tendría su bebé.
Semanas después de la explosiva entrevista, una fuente cercana reveló que el príncipe William quedó tambaleando al ver que Harry “torció” la verdad y ahora es incómodo para él hablar con su hermano menor, según informó una fuente cercana la revista Us Weekly.
En la transmisión del 7 de marzo, Harry insinuó que el alcance la ruptura entre él y su hermano mayor era espacial, pero agregó que esperaba que el tiempo ayudara a sanar la relación. “Amo a William, es mi hermano. Hemos pasado juntos por el infierno, tenemos una experiencia compartida, pero íbamos por caminos diferentes”, dijo el todavía duque de Sussex.
Más tarde, Harry aparentemente compartió detalles privados de una conversación que tuvo con William con la periodista Gayle King, quien dijo que la conversación no había sido productiva, situación que habría dejado al futuro rey de Inglaterra tambaleándose.
“Dice que fue un intento de filtrar detalles de su llamada privada y que tergiversó la verdad”, dijo una fuente cercana al medio.
“El duque de Cambridge ahora se siente incómodo hablando con Harry por teléfono y siente que cualquier conversación futura podría ponerlo en riesgo de exposición. Se estaría poniendo riesgo de que vuelva a suceder”, añadió.
Días después de la transmisión de la entrevista, Gayle King aseguró que había hablado con Meghan y Harry, quienes le indicaron que el príncipe había hablado con su hermano William y su papá, el príncipe Carlos, después de la entrevista, pero que las conversaciones no fueron productivas.
Aparentemente, los duques de Sussex estaban ansiosos por que la realeza interviniera y le dijera a la prensa que se detuviera con las historias falsas, injustas e inexactas que definitivamente tienen un sesgo racial.