La boda de la
podría convertirse en el enlace matrimonial más discreto en la historia de la familia real, pero eso no quiere decir que no se hayan filtrado algunos aspectos importantes de la celebración, por ejemplo, cómo fue la fiesta con todo y las limitaciones a las que se enfrentaron por la crisis sanitaria del coronavirus.
Un amigo cercano a la novia reveló a la revista People que luego del servicio en Capilla Real de Todos los Santos en Windsor, a la que solo asistieron 20 invitados, los recién casados se dirigieron a los jardines de Royal Logde, residencia que actualmente comparten Sarah Ferguson y el príncipe Andrés.
Ya en la recepción se integraron otros invitados, sumando a 30 asistentes únicamente: “Hubo unas pocas personas más en la recepción, pero todavía era muy pequeña e íntima. Todo estaba al aire libre y debajo de una tienda de una carpa con diseño floral, el mismo tema de la boda”, reveló la fuente.
Debido a que en Reino Unido todavía está prohibida la música en vivo, a causa de la pandemia por el coronavirus, la fiesta estuvo ambientada con un iPhone que se conectó a algunos reproductores que estaban colocados en el jardín. Otro detalle importante es que siguiendo la tradición, el príncipe Andrés, el papá del novio y su hermanastro hicieron un brindis por todos.
Cabe mencionar que estas revelaciones fueron confirmadas por
y es que en su reciente entrega de su proyecto donde lee cuentos infantiles en su perfil de YouTube, dejó al descubierto algunos detalles de la celebración.Todo sucedió mientras hacía una representación del cuento Ricitos de oro, debajo de una carpa que justamente sería instalada para la recepción de Beatriz y Edoardo, la semana pasada. En las imágenes se puede ver una carpa abierta, en el piso hay una lona y al fondo se aprecia un refrigerador, que pudo ser parte del catering.