Meghan y Harry tardarán 10 años en pagar la remodelación de Frogmore Cottage

Los duques de Sussex pagarán 22 mil dólares al mes para conservar su residencia en Reino Unido y devolver poco a poco el dinero que costó su reforma.
Príncipe Harry y Meghan Markle necesitarán 10 años para pagar la remodelación en Frogmore Cottage.

Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron su decisión de abandonar el núcleo de la familia real británica para mudarse lejos de Reino Unido y conseguir la independencia económica que tanto deseaban, también aseguraron que reembolsarían los casi tres millones de dólares que había costado la reforma de Frogmore Cottage.

Tras su enlace, los duques de Sussex eligieron esta casa de campo situada en el corazón de los terrenos que rodean el castillo de Windsor para convertirla en su hogar familiar, pero antes pusieron en marcha unas extensas obras que se costearon con dinero público a través del fondo que la reina Isabel II recibe cada año.

A partir de ahora, el matrimonio pagará casi 22 mil dólares mensuales para mantener esta residencia como su base de operaciones en Reino Unido. Este elevado alquiler, que se ha fijado a propósito por encima de su precio real en el mercado, les permitirá ir pagando poco a poco el coste de la mencionada reforma y se calcula que tardarán casi once años en conseguirlo.

Aunque en su momento los trabajos de construcción que se llevaron a cabo dieron mucho que hablar, debido a los rumores que circularon entonces acerca de los lujos que Harry y Meghan esperaban incluir en el interior de la mansión, desde el palacio de Buckingham insistieron en que la propiedad había estado en desuso durante años y había llegado el momento de someterla a un lavado de cara, para cumplir así con la responsabilidad de la monarquía de mantener en buen estado sus residencias oficiales.

Los detalles sobre la reforma se hicieron públicos el pasado verano e incluían sustituir el sistema de calefacción, de electricidad, de gas y de agua y reforzar la estructura de la vivienda con vigas nuevas en el techo y en el piso. Se colocó un sistema nuevo de calefacción y cableado, ya que el que se encontraba ahí era obsoleto e ineficiente, así como electrodomésticos nuevos.

La residencia de Meghan y Harry en Frogmore Cottage.

Harry y Meghan también recibieron permiso para instalar una cocina y unos baños nuevos y reemplazar los suelos y los muebles, pero cualquier otro cambio que pudiera considerarse "de alto estándar" o innecesario tuvieron que costearlo de su propio bolsillo.