La royal implementó un tipo de saludo oriental, juntando las palmas de las manos y realizando una reverencia. Otro detalle es que en esta salida, Máxima nunca se quitó los guantes de cuero negro que combinaban con sus botas.
Esta es la segunda salida de Máxima durante estos días de resguardo, la primera fue el viernes pasado para visitar un centro de horticultores para familiarizarse con la actividad. Por ahora no se sabe si lo seguirá haciendo en los próximos días o si en algún punto trabajará vía remota.