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El detalle de San Valentín de Harry a Meghan que ha sido duramente criticado

El nieto de Isabel II gastó 32 mil euros para poder estar con su esposa.
mié 20 febrero 2019 11:36 AM
Meghan Markle y Harry.
Meghan Markle en primer evento del año con el príncipe Harry.

Este 14 de febrero significó el primer San Valentín como marido y mujer de el príncipe Harry y Meghan Markle.

Originalmente la pareja real iba a estar separada durante ese especial fecha, porque Meghan se quedaría en Londres mientras el príncipe viajaría a Noruega a cumplir con diversos compromisos.

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Y en principio así fue: Harry se fue a Bardufoss, Noruega, para estar presente en la celebración del 50 aniversario de la Commando Helicopter Force and Joint Command, cuyo entrenamiento incluye aprender a sobrevivir en clima extremadamente frío.

Durante su estancia en el lugar, ubicado a 200 millas adentro del Círculo Ártico dentro de Noruega, Harry estuvo dentro de un iglú que simulaba el lugar donde viviría el Príncipe en caso de necesidad, un iglú que como decoración tenía fotos de su boda con Meghan Markle.

Para la visita (que inició a las 11 de la mañana hora local) el príncipe se vistió de militar, con todo y boina (tal y como se vistió durante la década que perteneció a las Fuerzas Armadas de su país) y así fue recibido por Richard Wood, embajador de Reino Unido en Noruega.

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Dentro del iglú había fotos de su boda con Meghan.

Pero el amor pudo más, y aunque por la mañana Harry cumplió con el compromiso, por la tarde tomó un jet privado para regresar a Reino Unido lo más pronto posible y estar en casa a la hora de la cena y poder celebrar el Día del Amor con su esposa.

Pero este romántico detalle no fue visto con los súbditos del príncipe Harry, pues el viaje tuvo un costo de 32 mil euros (unos 800 mil pesos), que por supuesto no pagó ni su abuela, la reina Isabel II, ni su padre, el príncipe Carlos.

Fue pagado con los fondos reales que provienen de los impuestos de los británicos. Y por más romántico que haya sido el gesto, esta vez parece que no fue suficiente para calmar los ánimos. Por ello, varias personas recurrieron a sus redes sociales para externar su descontento.

Hasta el momento, ni el príncipe ni su esposa (o en todo caso Kensington Palace) han salido a emitir algún tipo de disculpa o de comentario acerca de este gasto, que para algunos fue más que innecesario.

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