Fue noviembre de 2019, semanas después de su ingreso a prisión en agosto de ese mismo año, que la ex secretaria de Desarrollo Social en los primeros tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto recibió en prisión a la periodista Lourdes Mendoza.
Robles, de 65 años, está recluida en la cárcel por estar involucrada en la llamada “estafa maestra”, en la que supuestamente se desviaron miles de millones de pesos destinados a programas sociales.
“Me contó que se bañaba a jicarazos y que para esto tiene que levantarse a las 7:00 de la mañana para juntar agua, que no siempre está caliente, porque se debe tener suerte para conseguir una guarda eléctrica que calienta el agua”, nos contó Lourdes Mendoza, quien también asegura que Rosario Robles no está bien de salud.
Según la periodista, Robles Berlanga continúa en la zona de primer ingreso del reclusorio de Santa Martha Acatitla, una área de acceso controlado que permite vigilancia las 24 horas por parte de los custodios.
La también ex secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) comparte el espacio con otras reclusas y, se dice, no tiene un trato especial. Según Lourdes Mendoza, la misma Rosario Robles le contó que su colchón se desliza por las noches y se cae en las madrugadas.
“Ella creía que en las primeras las audiencias la iban a liberar, pero ese momento no llegó y ya tiene ahí más de dos años”, dice Mendoza, quien se ha convertido en una de las periodistas que más ha cuestionado el proceso de detención de Robles.
Al principio la ex funcionaria no tenía mucho contacto con sus compañeras de prisión. Pensaba que su tiempo ahí iba a ser corto, pero con el paso de los días se integró al grado de ser invitada al “club del canutillo”, algo que agradeció pero declinó porque, según ella, su salida era cuestión de días.
“Le pregunté si su pecado con López Obrador había sido enamorarse de Carlos Ahumada y me dijo que no, que su pecado era ponérsele al tú por tú, y que él sólo pone a personas sumisas como Claudia Sheinbaum. Dice que AMLO la vio fuerte para las presidenciales, sobre todo después de haber sido jefa de Gobierno, y en ese entonces presidenta nacional del PRD”.
