Infodemia y fallas en la comunicación de la 4T, en palabras de Jenaro Villamil

“Mucha de la infomedia en redes es estrategia de comunicación política electoral. Estamos en un año de elecciones en las que tenemos en juego el Congreso y 15 gubernaturas, así que el panorama en este sentido es complicado”, nos contó Villamil, quien empezó como periodista a los 19 años en medios como El Financiero y La Jornada.

Se considera un periodista crítico y discursivo de izquierda, pero nunca socialista o comunista, modelos en los que nunca ha creído. Ahora, dice, tiene un nivel de responsabilidad mayor al ser un funcionario que rinde cuentas. Reconoce que esto último ha sido algo complicado, pues es una persona que no se calla las cosas. “Como dice el presidente López Obrador, yo ya no me pertenezco y, aunque la frase suena muy de telenovela mexicana, en esencia es real”, dice Jenaro.

El SPR o Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, que preside desde hace más de dos años, es un organismo que surge en la Reforma Federal de Telecomunicaciones de 2014, en los tiempos de Peña Nieto. La reforma estructural incluyó crear un sistema de medios públicos, antes controlados por la Secretaría de Gobernación, que hoy agrupa organismos como el Instituto Mexicano de la Radio, Canal Once, 22 y Radio Educación.

Iniciado el sexenio de López Obrador se tuvo la intención de que los medios públicos estuvieran bajo la orden y dirección del gobierno, algo que finalmente no se concretó. “Habría sido un error terrible al estilo de la época de López Portillo al coartar la autonomía de los medios públicos”, nos contó Jenaro, quien consultó su postura con la entonces senadora Olga Sánchez Cordero.

“Los políticos mexicanos en realidad no tienen la noción de la autonomía de los medios públicos y eso se lo tuve que explicar también al presidente López Obrador. Le dije que se trataba de un gigante dormido al que había que sacarle provecho”. Fue entonces cuando presidente le propuso hacerse cargo del SPR y, una vez que fue avalado por el Senado, empezó su gestión.

Su trabajo consiste en administrar el canal 14 nacional y la señal de las 26 estaciones en el interior del país, además de construir nuevas difusoras de radio digital y coordinar la producción de los medios públicos federales, aún con los bajos presupuestos destinados al sector. “En el sexenio de Peña Nieto, para darse una idea, se destinaron al SPR un presupuesto de 300 millones de pesos, mientras que a Televisa, en concepto de publicidad, se destinan 3 mil millones”, enfatiza.

INFODEMIA A LA MEXICANA

En mayo de 2020, en la primera gran ola de la pandemia, se observó un crecimiento en las noticias falsas a través de internet y las redes sociales, por ejemplo, los mensajes en los que se decía que personal del Seguro Social mexicano estaba llevando el virus a los pueblos en lugar de sanitizarlos.

Hubo linchamientos en estados como Chiapas, Oaxaca, Veracruz y el Estado de México. “Hace poco hablé del tema por invitación del presidente en la conferencia matutina y al preparar la ponencia vi que la Organización Mundial de la Salud, justo en mayo, alertaba de una pandemia paralela de información falsa. La infodemia no es otra cosa que una sobresaturación de 'comunicación' mal planteada y de mala fe que se viraliza muy rápido”.

En su opinión, la pregunta que nos debemos hacer al recibir este tipo de mensajes es “quién lo dice”, verificar la fuente y no compartirlo hasta comprobar su origen y veracidad. Según el portal infodemia.mx , el fenómeno también se da por oleadas y sus ataques se dirigen a distintos objetivos, como el personal de salud, la apertura de la economía y más recientemente, a las vacunas, como es el caso de la rusa Sputnik.

El patrón y móvil de este tipo de “olas informativas”, dice Jenaro, es muy similar en todo el mundo, incluso en países tan distintos como México, Estados Unidos o Argentina, donde se han desatado verdaderas guerras entre los gobiernos y los medios privados de comunicación como una respuesta, dicen los que gobiernan, a los recortes en publicidad.

“Se trata de un método electoral para capitalizar políticamente a la pandemia”, dice Villamil. En 40 años no había visto tanto enfrentamiento entre el gobierno y los medios, pero debemos entender que se trata de quiebres históricos como el que se dio con Madero en la presidencia, donde el gremio periodístico de ese momento venía del Porfiriato”, dice Villamil.

AMLO Y LA PRENSA MEXICANA

Según Jenaro, cada vez que hay un cambio de régimen pasa algo similar entre el gobierno y los medios, aunque esto no ocurrió con Vicente Fox, con quien, a pesar de ser la primera alternancia en el poder, no hubo un rompimiento con la prensa y la forma de gobernar. “Él (Fox) más bien se acomodó en ese establecimiento periodístico y mediático que ya existía”.

Jenaro reconoce un enfrentamiento entre la 4T y los medios tradicionales, en el que el mayor perdedor es la audiencia. “A ellos no les interesa informar, sino el golpear al gobierno para que éste voltee y les diga: 'Te doy dinero para que te calles'. Ese es uno de los móviles, pero hay otros menos visibles porque los medios son controlados por empresarios que tienen un conglomerado de negocios como bancos, minas, inmobiliarios, etc., cuyos intereses deben cuidar”, dice Jenaro.

El periodista está en contra de la censura y reconoce que unas de las funciones de los medios son cuestionar y vigilar, pero que muchos de ellos se empeñan en polarizar al país a pesar de que eso no les genera rating, “sus audiencias están en suelo porque todos los días le dicen a su audiencia que tengan miedo”.

“¿Qué hay de cuando el gobierno actual no es muy claro a la hora de dar información?”, le preguntamos, a lo que se toma unos segundos y responde. “En el fenómeno de comunicación política de la 4T hay que analizar la excesiva centralización hacia la voz del presidente y la ausencia de otras voces. Es explicable pero no puede seguir así porque cuando se desacredita a la única voz, se desacredita a todo el movimiento”, explica.

En su opinión, el presidente es quien ganó la elección, es la voz fuerte y líder de todo su movimiento, pero no debe ser la única. Dice Jenaro que el presidente es consciente de esto, a pesar de que en las conferencias matutinas en las que siempre es él quien da la cara, pero sin una polifonía de voces que le acompañe.

“Hay muchos frentes en la 4T que podrían expresarse, pero también hace falta un cambio de comunicación política, en un modelo de periodismo acostumbrado a cobrar por mención y ser oficialistas. Esos mismos periodistas siguen y algunos encontraron nuevas fuerzas al toparse con nuevos nichos”.

En cuanto a la comunicación gubernamental sobre el proyecto de vacunación masiva en el país, reconoce que “se está construyendo sobre la marcha. Hay que saber comunicar y explicar, y creo que ha hecho falta algo de todo eso”, agrega.

Cree que López-Gatell es el conductor, la comunicación y valoración de la pandemia en el país. Lo describe como el mejor comunicador del gobierno federal para este tema, “pero volvemos a lo mismo, es sólo una persona y una voz. Se necesitan otras voces. Lo quieren destruir y al hacer eso se viene abajo toda una estrategia, en esta caso de manejo de pandemia”.

“Tenemos muy arraigada la cultura presidencialista en México. Aquí, en cada etapa de nuestra historia, la culpa es de una persona, llámese Salinas, Peña, Calderón o Fox. Hace falta socializar las responsabilidades”.

Le preguntamos también sobre la forma de comunicarse del actual presidente. No lo pensó mucho y contestó: “El tipo de discurso de López Obrador es el resultado de los mítines, además los tabasqueños sienten dos veces, es decir, es doble su intensidad emocional porque son tropicales. Me gusta que él no finge, es lo que es y no va cambiar su forma de enfrentar a los adversarios. Lo que ha tenido que hacer, y le cuesta trabajo, es contenerse y ser jefe de Estado, porque está acostumbrado a ser opositor".