En los 90, la moda necesitaba un nuevo aire y Melanie Ward fue quien lo trajo. Con una formación más social que artística, esta estilista británica transformó la forma en que entendemos el estilo. Su mirada fue un game changer: convirtió el grunge de las calles en un lenguaje visual que respiraba autenticidad y sofisticación.
Ward demostró que una prenda de thrift store podía tener más poder que cualquier diseño de pasarela. De pronto, el estilo personal se volvió el nuevo lujo . Un verdadero cambio a las reglas. Hoy la despedimos tras una batalla contra el cáncer, pero no olvidamos.