La obsidiana es un mineral muy versátil que estamos acostumbrados a ver en collares, anillos y hasta aretes, pero en está ocasión el Taller de Obsidiana nos sorprendió y le dio un uso muy diferente al material.
Taller de Obsidiana, encabezado por los hermanos Gerardo y Topacio Cuevas, es la firma responsable de haber fusionado distintos mundos: minerales, fósiles, diseño, arquitectura e interiorismo, para crear una instalación conformada por más de 700 mosaicos de obsidiana negra y dorada que rinde tributo a la Gran Tenochtitlán a través de la reconstrucción conceptual de la tan representativa pirámide Mexica del Templo Mayor.
Con la leyenda “Negro como mi corazón”, este muro retoma de inspiración la arquitectura Mexica y el Popol Vu (escrito en el que se cuenta que el hombre está hecho de maíz y su corazón es negro como la obsidiana), busca honrar nuestras raíces mexicanas y además se ha convertido en el spot perfecto para tomar fotos.
