Según la historia, el quetzal nació del soplo entre los dioses de la cultura prehispánica, esta vez su mítico plumaje da la pauta para que esta ave tenga su lugar especial en la colección. Es por ello que se inmortalizó en las piezas de Tane. Su simplicidad y finas líneas lo hacen un objeto del deseo.

La serpiente es parte emblemática de la historia de nuestro país, representa la elegancia, el poder y sofisticación. Nuestra favorita es esta pulsera donde la serpiente encaja su mordida para enlazarse a la forma del brazalete.
