Cuando nacieron los primeros bebés Michelle sus noches eran un martirio y no lograba dormir bien, y al enterarse que venían dos más en el camino dijo: “¡no más!”. Decidió recurrir a un especialista de sueño y para su fortuna resolvió todos sus problemas. Después de tener cuatro hijos organizados y descansados, tomó la decisión de certificarse para convertirse en sleep coach para luego fundar uno de sus proyectos más importantes, Dulces noches, el cual ya tiene dos años de vida.

Exactamente, ¿qué es ser sleep coach? Un especialista en sueño, en este caso infantil que provee técnicas y soluciones para lograr la tranquilidad familiar a través de prácticas seguras y saludables y así desarollar buenos hábitos. Michelle estudia el historial de sueño de los bebés y los niños, hace planes específicos para siempre buscar la mejora en el descanso a través de diferentes métodos basados en los estilos de crianza de cada persona estableciendo rutinas, horarios y ritmos.
Dulces noches es un proyecto creado para y por los papás, el cual ofrece diferentes tipos de talleres y programas que empiezan desde el embarazo hasta los seis años del niño. Cada uno trabaja distintos aspectos del sueño dependiendo de la edad y la problemática de cada persona, ellos acompañan a las familias en la crianza de sus hijos en torno al sueño. Una vez que descansan bien, se logra el objetivo final: un buen desarrollo de lenguaje, motriz y alimentación.

¿Qué tipos de planes ofrece? Michelle cuenta con diferentes programas como: “Hábitos saludables”, “Planes personalizados”, “Bye bye madrugadas”, “Sobrevivir a la regresión” (para bebés de 3-4 meses que dormían muy bien y al llegar los 4 meses se descompone el sueño), “No más berrinches antes de dormir” y “Durmiendo toda la noche".
Es increíble cómo muchas veces podemos mejorar nuestra salud, nuestro humor, apetito y estado de ánimo, con tan solo resolver el sueño.