La Casona, un lugar reservado para que pocos afortunados disfruten del tequila

En la Hacienda Patrón se encuentra La Casona, uno de los lugares más espectaculares de Atotonilco el Alto al que pocos tienen el privilegio de entrar para conocer los secretos del tequila.
Hacienda Patrón.

A poco más de una hora de Guadalajara, se encuentra uno de los lugares más espectaculares de Jalisco; la Hacienda Patrón, el sitio donde ocurre la magia detrás de Tequila Patrón.

Aunque la historia de Tequila Patrón no es tan longeva como su tradición, nació hace poco más de 30 años con la ambición de su creador –John Paul DeJoria– por crear el mejor tequila del mundo.

Para ello, viajó a la zona, donde conoció a Francisco Alcaraz, quien hoy es el maestro tequilero de Patrón y el responsable de haber encontrado la fórmula para que la marca se posicionara como uno de los mejores destilados en el mundo.

El proceso no es simple, sino todo lo contrario, pero la complejidad en su elaboración es un sello peculiar en la marca.

Todo comienza en la cosecha del agave, que se deja madurar por seis años, un poco más del tiempo promedio, con el objetivo de tener el contenido de azúcar necesario. Posteriormente, los jimadores cortan las piñas de manera rudimentaria con ayuda de una coa, para después ser llevadas a la hacienda, en donde el proceso artesanal continúa.

Jimador.

Una vez ahí, las piñas se cuecen en hornos de ladrillo, después se muelen para extraer el jugo a través de dos métodos; el más tradicional es usando una tahona de piedra volcánica de dos toneladas aproximadamente, o bien con el método de tren de molienda.

La mezcla que se obtiene en el paso anterior se deja fermentar por algunos días para finalmente ser destilada dependiendo del tipo de tequila que se quiera obtener; joven, reposado o añejo.

Barricas Tequila Patrón.

Para los reposados y añejos se dejan en las barricas desde dos meses hasta siete años, respectivamente.

La función del agave no termina ahí, uno de los ejes de Tequila Patrón es la sustentabilidad, por lo que dentro de la hacienda se construyó una planta de tratamiento de aguas, para utilizar en todos las oportunidades posibles el líquido. Además de que la fibra de agave es usada como abono para el huerto, que también se encuentra ahí y del que se obtienen vegetales que son usados para los alimentos de los huéspedes.

Uno de los sellos de Atotonilco el Alto es el color rojo intenso de sus tierras, que debido a sus propiedades, se convierte en una característica para que el sabor del tequila que se elabora en esta zona sea único.

Altos de Jalisco.

A diferencia de otras experiencias que se ofrecen en la zona en las que el tequila está involucrado, La Casona busca a sus huéspedes para alojarlos en una espectacular construcción inspirada en una hacienda clásica a la que solo se puede llegar con invitación.

Detrás de su imponente fachada se ubican 20 suites, un restaurante, bar y gimnasio listos para que sus huéspedes se sumerjan hasta las entrañas del proceso de elaboración del elixir del agave.

Entre los destacados huéspedes que se han alojado en La Casona se encuentran Guillermo del Toro y el chef Thomas Keller.

Todo aquél que después de vivir la experiencia en este mágico lugar que dura tres días y dos noches será capaz de entender el patrimonio que el tequila representa para México y el mundo.