Ariana Grande perdió a una de las personas más significativas de su vida: su abuela Marjorie Grande, conocida cariñosamente como “Nonna”, falleció este 17 de junio a los 99 años de edad.
La noticia fue confirmada por la cantante y su mamá, Joan Grande, a través de redes sociales, donde agradecieron las muestras de cariño del público y pidieron privacidad para atravesar su duelo.
“Nonna” no fue una figura pública en un sentido tradicional, pero se convirtió en una presencia constante para los millones de seguidores de su famosa nieta Ariana Grande, ya que estuvo con ella en distintas ocasiones.
Desde apariciones en alfombras rojas hasta colaboraciones musicales inesperadas pero que dejaron huella de la sabiduría con la que Marjorie Grande contagiaba a la cantante y actriz. De esta forma, logró lo que algunas afortunadas personas que son cercanas a figuras de la industria del entretenimiento: ser reconocida y querida no solo por su familia, sino por un fan base que la conoció a través del amor que Ariana le profesaba.
Este día, sus seres queridos la despidieron. “Estamos devastados al compartir el fallecimiento de la querida matriarca de nuestra familia. Marjorie (Nonna) Grande falleció en paz en su hogar, rodeada de su familia y seres queridos durante cada momento de sus últimas semanas”, se lee en un mensaje compartido en redes sociales.
“Les agradecemos su amor, apoyo y respeto por nuestra privacidad mientras lloramos y celebramos su hermosa y extraordinaria vida”.
Marjorie M. Damico nació el 12 de octubre de 1925 en Nueva York. Fue testigo de casi un siglo de historia: creció durante la Gran Depresión, vivió la Segunda Guerra Mundial y formó una familia junto a su esposo Frank Grande, con quien se casó en 1946. Frank falleció en 2014 a los 90 años. De entre sus hijos destacó Joan Grande, quien es mamá de Ariana Grande.
Con raíces italianas y una fe católica profundamente arraigada, Marjorie fue la matriarca de una familia que, con el tiempo, se volvería famosa en todo el mundo. Aunque llevó una vida privada, su rol fue fundamental en la educación de sus nietos, particularmente de Ariana, quien siempre reconoció a su “Nonna” como su guía, su ejemplo de fortaleza y su cómplice en los momentos más importantes de su vida.
A lo largo de los años, la abuela de Ariana Grande estuvo junto a su nieta en varias premiaciones y conciertos. En los MTV Video Music Awards de 2018, fue parte del emotivo cierre con la canción “God Is a Woman”, donde tomó la mano de su nieta en el escenario, consolidando su lugar como ícono silencioso en la carrera de la estrella pop. También la acompañó a los American Music Awards, los Time 100 Gala, y en más de una gira, donde presenció a su nieta triunfar en estadios llenos.
En 2018, tras recibir el premio Billboard Woman of the Year, Ariana celebró la ocasión llevándose a “Nonna” a tatuarse juntas. Ella eligió grabarse en la piel el nombre de su difunto esposo: “Ciccio”.
Sin embargo, hay un gesto que quedó grabado en la memoria de los fans de la cantante y éste fue su participación en la canción “Ordinary Things”, parte del álbum Eternal Sunshine de 2024. En éste, con 98 años, Marjorie grabó un consejo que suena al final de la pista: “Nunca te vayas a la cama sin despedirte con un beso. Es lo peor que puedes hacer. Nunca, nunca lo hagas”. Con esta colaboración, se convirtió en la artista de mayor edad en aparecer en la lista Billboard Hot 100.
Ariana Grande nunca dejó de celebrar a su abuela. En cada cumpleaños, en cada paso de su carrera, en momentos tristes o felices, “Nonna” estuvo presente. En octubre de 2023, cuando cumplió 98 años, Ariana la llamó “mi reina” y “mi corazón”. En su cumpleaños 99, su otro nieto, Frankie Grande, le escribió: “Feliz cumpleaños a la reina… NONNA. Te amo con todo mi ser”.
Más allá de las cámaras, los tatuajes y los estudios de grabación, lo que quedará de Marjorie Grande es la imagen de una mujer que acompañó, amó y aconsejó a su familia con un espíritu inquebrantable. Su presencia moldeó a Ariana, quien muchas veces ha hablado de cómo su abuela la alentó desde niña a seguir sus sueños, incluso inscribiéndola en su primera obra de teatro local, “Annie”.
