Este domingo, Adrien Brody dejó su huella en la 97ª edición de los Premios Oscar al pronunciar el discurso de aceptación más extenso registrado en la categoría de Mejor Actor.
Con una duración de 5 minutos y 40 segundos, su intervención generó reacciones mixtas y acalorados debates en redes sociales.
Brody, quien obtuvo la estatuilla por su papel en The Brutalist, inició con un agradecimiento a la Academia y a sus seres queridos. No obstante, lo que más captó la atención fue su inesperada exigencia de que detuvieran la música que intentaba interrumpirlo.
“Paren la música, por favor”. Su ritmo pausado e introspectivo generó incomodidad entre los organizadores y dividió opiniones en el público.
El prolongado discurso de Brody desató un debate de comentarios en redes sociales. Mientras algunos aplaudieron su sinceridad y emotividad, otros lo acusaron de sobrepasar los tiempos establecidos y no ajustarse al protocolo de la ceremonia.
Adrien Brody had the longest acceptance speech in Oscars history at 5 mins & 40 secs. pic.twitter.com/hPUQQQOJNE
— cinesthetic. (@TheCinesthetic) March 3, 2025
La polémica aumentó al confirmarse que había batido el récord del discurso más largo en la historia de los Premios Oscar.
Nacido el 14 de abril de 1973 en Nueva York, Adrien Brody ha sido reconocido por su talento y versatilidad en la actuación.
Su carrera alcanzó un punto crucial en 2003, cuando se convirtió en el actor más joven en ganar el Oscar a Mejor Actor por su interpretación en El Pianista, de Roman Polanski, con tan solo 29 años.
Desde entonces, ha trabajado con destacados directores como Wes Anderson y Peter Jackson, construyendo una filmografía diversa que lo ha consolidado como uno de los actores más respetados de su generación.
Durante la gala, The Brutalist obtuvo tres galardones de las diez nominaciones que recibió. Además del premio a Mejor Actor para Brody, la película fue reconocida en las categorías de Mejor Fotografía y Mejor Banda Sonora Original.
Bajo la dirección de Brady Corbet, la cinta cuenta la historia de László Tóth, un arquitecto húngaro y sobreviviente del Holocausto que emigra a Estados Unidos en busca del sueño americano. La interpretación de Brody ha sido aclamada por la crítica, destacando su capacidad para transmitir la profundidad emocional y complejidad del personaje.
