Mel Gibson , actor, director y productor de cine australiano-estadounidense, es conocido por sus actuaciones en películas como Mad Max, Arma Letal, Braveheart o La Pasión de Cristo.
Sin embargo, hay un papel que se le escapó y que podría haber cambiado su carrera y su imagen pública: el de Oskar Schindler, el empresario alemán que salvó a más de mil judíos del Holocausto nazi.
Según reveló el cofundador de la agencia CAA, Michael Ovitz, en una entrevista con The Hollywood Reporter, Gibson estaba interesado en protagonizar la película La lista de Schindler, dirigida por Steven Spielberg y estrenada en 1993.
Ovitz, que ayudó en la realización del film, dijo que el nombre de Gibson salió a relucir y que su agente trató de conseguirle el papel, pero que Spielberg lo descartó porque quería una estrella "no cinematográfica" para el personaje principal.
El famoso director de cine confirmó que hubo muchos actores interesados en interpretar a Schindler, pero que él no quería revelar sus nombres por respeto.
El director buscaba a alguien que tuviera una comprensión visceral de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto, y que no fuera demasiado famoso para no distraer al público de la historia real.
Finalmente, el elegido fue Liam Neeson, que dio vida al héroe anónimo que arriesgó su vida y su fortuna para proteger a los judíos que trabajaban en su fábrica.
La lista de Schindler se convirtió en un clásico del cine y ganó siete premios Oscar, incluyendo el de mejor película.
La cinta fue alabada por su rigor histórico, su sensibilidad artística y su mensaje humanista. Spielberg dijo que fue el proyecto del que se siente más orgulloso y el que le fue más difícil hacer en el aspecto emocional.
Sin embargo, hay una ironía, pues Mel Gibson protagonizó un escándalo por sus comentarios racistas y antisemitas durante su arresto por conducir ebrio en 2006.
El actor insultó a los judíos y negó el Holocausto, lo que le valió el rechazo de gran parte de la industria y del público.
Gibson se disculpó por sus palabras y dijo que sufría de alcoholismo, pero su reputación quedó dañada. Muchos se preguntan cómo habría sido su carrera y su imagen si hubiera interpretado a Schindler, el hombre que luchó contra el antisemitismo y el genocidio.
