En una época en la que lo políticamente correcto se ha impuesto, no sólo en Estados Unidos sino en prácticamente todo el mundo, como norma de lo que se puede hacer y sobre todo decir libremente en el ámbito público, términos aceptados como “ plus size ” y “ curvy ” o “afroamericano” y “afrodescendiente” parecen formas de diluir realidades que son tangibles e innegables.
Por esta razón, durante la entrega de los premios Emmy, que se llevaron a cabo la noche del lunes en Los Ángeles, la cantante Lizzo causó sensación –durante la ceremonia y más tarde en los medios– al llevarse a casa el galardón a Mejor programa de competencia, siendo una mujer “gorda, negra y hermosa”, lo que se convirtió en una declaración de principios tanto las mujeres que formaron parte de su proyecto televisivo como para quienes, desde el público, puedan identificarse total o parcialmente con esta descripción.