"El abuso verbal, el abuso psicológico, era casi peor que los golpes. Los golpes producían sólo dolor físico, el cual aprendes a manejar. Aprendes a aceptarlo. Aprendes a lidiar con él", dijo Depp.
Algunos de los actos de violencia que Palmer infligía, según Depp, incluyeron lanzarle un "cenicero", "un zapato de tacón" o "un teléfono". El actor aseguró que Palmer lo golpeaba a él y a sus hermanos en la cabeza y que "tenía la capacidad de ser muy cruel".
El protagonista de Tusk contó que su papá, John Depp Sr., “es un hombre muy amable", "tranquilo" y "tímido" y "no es una persona conflictiva en ningún sentido”: “Cuando Betty Sue, mi madre, se salía por la tangente con mi padre -y, por supuesto, delante de los hijos, a ella no le importaba-, él, sorprendentemente se mantenía hermético. Mientras ella le gritaba cosas horribles, se quedaba allí y se limitaba a mirarla mientras ella le pegaba. Se tragó el dolor”, contó.

Depp aseguró que nunca hubo un momento en que su papá perdiera el control y atacara a su mamá, le pegara o le dijera algo malo.
“De las cosas de las que fui testigo, hubo un par de veces en las que se pasó de la raya, en las que pude ver cómo se le humedecían los ojos mientras la miraba fijamente, sin decir nada", dijo la estrella de Piratas del Caribe. "Lo máximo que hacía era dar un puñetazo a la pared. Una vez le vi dar un puñetazo a una pared y se destrozó la mano porque no era de cartón, era de hormigón, pero aun así, nunca la tocó, nunca discutió con ella. Seguía siendo un caballero".
El actor aseguró que cuando tenía cinco años se preguntaba constantemente por qué su papá no terminaba la relación con su madre: “Pero no lo hizo. Fue capaz de mantener la calma y la compostura. Fue capaz de mantener la relación con sus hijos. Es un buen hombre”.