En el último par de años, Timothée Chalamet se ha convertido en uno de los actores jóvenes con mayor proyección internacional y también en un icono de estilo por derecho propio, gracias a sus arriesgadas apuestas sobre la alfombra roja que van más allá del clásico esmoquin que suelen enfundarse sus compañeros de profesión para las grandes ocasiones.
Ahora el actor ha posado para el número de noviembre de la revista GQ enfundado en una sudadera de color rosa que bien podría haberse puesto Paris Hilton a principios del 2000. De hecho, lo más probable es que en algún momento fuese fotografiada por los paparazzi llevando una idéntica.
Se trata de un diseño en terciopelo de la marca Juicy Couture que la DJ y empresaria y otras celebridades de su círculo convirtieron en su uniforme favorito hace dos décadas. Timothée ha preferido no ponerse el conjunto completo y, en su lugar, ha combinado la chaqueta con una camiseta blanca y unos pantalones de Hermès.
Estos chándales de distintos colores han experimentado un pequeño renacer en los últimos tiempos y salta a la vista que han conquistado al joven actor de 24 años, que todavía era un niño cuando Paris y compañía los combinaban con accesorios de marcas de lujo y gafas de sol tamaño XXL.