Aunque por norma general Khloé Kardashian trata de no prestar demasiada atención a los rumores acerca de su persona, este fin de semana ha decidido desactivar la sección de comentarios de su cuenta de Instagram después de que esta comenzara a inundarse de mensajes especulando con la posibilidad de que hubiera recurrido a infiltraciones para aumentar el volumen de sus labios.
La política de la celebridad acerca de los retoques estéticos, como ha demostrado en varias ocasiones, pasa por no ocultarlos y, cuando resulta posible, ha reconocido públicamente los tratamiento o al cirujano plástico a cambio de un descuento, de ahí que le haya resultado tan ofensivo que ahora se la acuse de mentir sobre su físico.
Parece que la gota que colmó el vaso han sido las acusaciones de que se había sometido a un lifting extremo que habría alterado sus facciones: "¿En serio? ¿Mis ojos también están demasiado separados? Dios mío... se esfuerzan a fondo, desde luego. Piensen lo que quieran, a mí me da lo mismo", respondió a sus seguidores.
Curiosamente, su situación actual recuerda a la de su hermana pequeña Kylie Jenner, que allá por 2015 se pasó varios meses negando que hubiera conseguido su voluminosa boca gracias al ácido hialurónico y no a su talento con el maquillaje, como afirmaba ella, hasta que no le quedó más remedio que admitir lo evidente animada por la propia Khloé.