Cuando los famosos tocan fondo: los peores meltdowns de las celebs

Las celebridades del mundo del entretenimiento suelen tener la vida resuelta (al menos en apariencia). Es quizá por esta razón que cuando uno de ellos sufre un drama persona, éste adquiere un interés público que recuerda a todos que, en el fondo, por más bellos y millonarios, tienen los mismos problemas que los demás.

Amanda Bynes
Haber sido una estrella infantil del canal Nickelodeon, por programas como All That y The Amanda Show, le pasó la factura a esta actriz que comenzó a trabajar en la televisión desde los 7 años. En 2012 tuvo repetidos problemas con la ley por infracciones de tránsito: desde exceso de velocidad hasta manejar ebria. En esa temporada también fue el centro de atención por su intensa vida nocturna. En 2013 fue arrestada luego de que arrojara desde el piso 36 un bong (pipa de cristal para fumar marihuana). Volvió a estar en el ojo del huracán cuando afirmó en Twitter que su padre la había violado cuando era pequeña, sólo para después desmentirlo. Fue ingresada a un hospital psiquiátrico en donde fue diagnosticada bipolar y maniaco depresiva. Desde entonces no ha vuelto a trabajar.

Britney Spears
La Princesa del Pop tuvo una crisis existencial que fue bien documentada por los paparazzi. En febrero de 2007, meses después de separarse de su esposo y padres de sus hijos Kevin Federline, se rapó y las imágenes aparecieron en todos los tabloides, que también reportaron su abuso de drogas. En ese bache emocional, en el que estuvo a punto de perder la custodia de sus hijos, también atacó a los fotógrafos con una sombrilla. Meses después, debido a la depresión, tuvo que ser internada para recibir cuidado psicológico. Aunque nadie le creyó, Spears justificó su comportamiento errático diciendo que lo hizo porque se estaba preparándose para el personaje de una película en la que figuraría, pero jamás dio más detalles de ésta.

Charlie Sheen
En Hollywood su excesivo estilo de vida era legendario: realizó, por ejemplo, una fiesta de varios días en un famoso hotel de Nueva York. El resulta fue una suite destrozada y una joven que estuvo a punto de sufrir una sobredosis. Pero en febrero de 2011 se enfadó con Chuck Lorre, el creador de la serie que protagonizaba, Two and a Half Men, y lo ofendió públicamente. Fue despedido del programa, perdiendo así el puesto como el actor mejor pagado de la TV (ganaba un millón por episodio) y comenzó a abusar muy en serio del alcohol y las drogas. En ese estado dio una entrevista a ABC en la que dejó en claro que tenía problemas de percepción de la realidad por su extraño comportamiento y respuestas. Fue en esa entrevista donde acuñó su famosa frase: “No soy bipolar, sino bi-ganador”. En noviembre de 2015 reveló que ese momento de crisis fue cuando se enteró que era cero positivo.

Alec Baldwin
Aunque ahora es amado por todos los demócratas de Estados Unidos y el mundo por parodiar a Donald Trump en Saturday Night Live, en 2007 su imagen pública quedó completamente dañada cuando se hizo reveló un enérgico y grosero mensaje de voz que le dejó a su hija adolescente. En éste le gritaba muy enfadado y la llamaba una “pequeña cerdita inconsciente”. El actor se disculpó públicamente por haber perdido los estribos y haberla ofendido así. En diciembre de 2011 su carácter también lo volvió a colocar en la mira de los medios porque se negó a dejar de usar su teléfono a bordo de un avión, antes de despegar, y fue removido del vuelo.