Nick,desesperado, pide custodia de embriones que creó con Sofía Vergara

Hace unas semanas se rumoraba que el ex de Sofía Vergara, Nick Loeb, con quien se había comprometido para casarse el año pasado, estaba preparando una demanda contra la colombiana por querer deshacerse de dos embriones fecundados en 2013 para el momento en que quisieran tener hijos.

El día de hoy ha salido a la luz un artículo en la sección de opinión del diario The New York Times en el que el empresario y ex prometido de la actriz de 42 años de edad explica el porqué esos embriones no merecen ser destruidos y cuáles son sus intenciones respecto del tema. De acuerdo con el portal People en Español, los embriones fecundados in vitro por material genético de ambos fueron creados durante el 2012 y el 2013 como preparativos para formar una familia, sin embargo, Loeb asegura que Sofía fue quien nunca se decidió a tener un bebé con él. “Quedó claro que ser padre era un asunto de menor urgencia para ella que para mí”, declara de forma muy emocional en la columna.

Por su parte, los abogados de la ahora prometida de Joe Manganiello han declarado que Sofía no cambiará de parecer sobre anular un acuerdo que firmó con su ex en el que establecieron que esos embriones solo podrían convertirse en una vida más si ambos estaban de acuerdo, norma que Nick estaría dispuesto a disolver si ella estuviera de acuerdo. "En mi opinión, mantenerlos congelados para siempre es equivalente a matarlos", declaró fuertemente. Aquí, la columna íntegra que Nick Loeb publicó en The New York Times: “En agosto pasado firmé una queja en Santa Monica, California, usando un pseudónimo para proteger dos embriones congelados que creé con mi ex prometida. Quería mantener esto en privado pero recientemente la historia salió a la luz. Ha acaparado la atención no solo porque mi ex Sofía Vergara, estrella de ‘Modern Family’, está involucrada sino porque la disputa sobre la custodia de los embriones ha hecho surgir dudas sobre la vida, la religión y la paternidad.

Cuando creamos esos embriones con el propósito de la vida ¿no debimos haberlos definido como vida en lugar de como propiedad? ¿El deseo de una persona de evadir la paternidad biológica (libre de obligaciones legales) pesa más que las creencias religiosas como la santidad de la vida y el deseo de ser padre? Una mujer tiene derecho a desarrollar su embarazo incluso si el hombre se niega, ¿No debería un hombre que está dispuesto a asumir todas las responsabilidades de paternidad tener el mismo derecho para desarrollar los embriones incluso si la mujer se opone? Estas son cuestiones que a diferencia del aborto no tienen nada que ver con los derechos doble el propio cuerpo, pero tienen todo que ver con el derecho de los padres a proteger la vida de su hijo por nacer.

En 2013, Sofía y yo acordamos probar la fertilización in vitro y un vientre de alquiler para tener bebés. Firmamos una forma dejando claro que los embriones creados en el proceso solo podrían desarrollarse con el consentimiento de las dos partes. La forma no especificaba, como lo requiere la ley de California, qué pasaría si nos separábamos. Estoy pidiendo anularla.

Mis abogados han identificado otros 10 casos en Estados Unidos en los que uno de los padres que participó en la fertilización trata de llevarlo a desarrollo aún en contra de los deseos del otro padre. En 8 de los 10 casos el padre ha perdido la custodia de los embriones y en los otros dos casos, uno en Pennsylvania y otro en Illinois, a una mujer le fue permitida la custodia de los embriones en contra de la voluntad del hombre. En los dos casos, la mujer se había sometido a quimioterapia y los embriones eran su última oportunidad de tener un hijo biológico, por lo que los jueces dictaminaron que el interés de la mujer de convertirse en madre superaba al del padre de no hacerlo. En el caso de Illinois, actualmente en apelación, el juez consideró que la forma de la pareja no era el contrato real, y en su lugar el hombre debía cumplir la promesa de ayudar a la mujer a tener hijos.

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Muchos me han preguntado, ¿Por qué no seguir adelante y tener una familia propia? Tengo toda la intención de hacerlo. Pero eso no significa que las dos vidas que ya creé sean destruidas o se queden en un congelador hasta el final de los tiempos. Desde que tengo memoria he soñado con ser padre. Solo tenía un año de edad cuando mis padres se divorciaron. Mi padre ganó la custodia y mi madre prácticamente desapareció de mi vida. No la vi de nuevo hasta que tuve 9 y ella murió cuando yo tenía 20. Esto me hizo anhelar el tipo de familia basada en un cuadro de Norman Rockwell. Cuando tenía 20 años tuve una novia que abortó por lo que la decisión estaba completamente fuera de mis manos. Desde entonces, he soñado con la edad que ese niño tendría ahora. Después estuve casado con una mujer durante cuatro años con la que traté de tener hijos con la ayuda de un especialista. Las dificultades que tuvimos me hicieron sentir más que nunca lo especial que es la habilidad de crear vida. Cuando me dejó mientras yo era candidato para el senado en Florida, mis sueños de una familia se hicieron añicos.

Poco después en 2010 conocía a Sofía. Su carrera estaba a punto de despegar y yo no quería presionarla porque yo quería que cumpliera sus sueños y cosechar los frutos de su trabajo. Pero a los 6 meses de nuestra relación tuve un terrible accidente automovilístico. Mi pelvis se fracturó en cinco lugares. Por 6 meses no podía caminar por mi cuenta. Vi cómo la vida podía cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Cuando nos comprometimos en 2012 comencé a presionarla para tener hijos. Como dije en mi queja, mi novia insistió en que utilizáramos un vientre de alquiler. Con sus ovarios y mi esperma creamos dos embriones femeninos. Estaba tan emocionada cuando se crearon las vidas que empecé a sugerir nombres con los que podríamos llamar a nuestras niñas. El primer embrión se implantó pero no se afianzó, y el segundo, el vientre de alquiler abortó y me sentí aplastado. Un año más tarde se intentó de nuevo la creación de dos embriones más también femeninos. Pero cuando empezamos a hablar de dos vientres de alquiler potenciales se puso de manifiesto una vez más que la paternidad era mucho menos urgente para ella que para mí. Habíamos estado juntos por más de cuatro años, y cuando cumplí 40 le di un ultimátum, y cuando ella se negó nos separamos.

Unos meses más tarde le pedí que me diera los embriones y me ofrecí a pagar todos los gastos para llevar a término a nuestras niñas y criarlas. Si ella no quería compartir la custodia dije que asumía la responsabilidad parental completa, ella como un donante de óvulos. Ella dijo que no. Su abogado Fred Silberberg dijo a los periodistas que ella prefiere mantener los embriones ‘congelados indefinidamente’. En mi opinión, mantenerlos congelados para siempre es equivalente a matarlos. Este mes Reneé, que era casi como mi madre, falleció. Yo había imaginado que viviría para ver a mis hijos y jugar con ellos. Espero que no sea demasiado tarde para mi padre quien cumplirá 85 años en mayo. Tomo la responsabilidad y la obligación de ser padre muy en serio. Esto no se trata solo de salvar vidas sino se trata de estar a favor de los padres”, concluye.