Médico de Jackson bajo estricta seguridad

Charles Peckham dijo que los asistentes del jefe de policía parecen someter a Conrad Murray a más medidas de seguridad que a otros presos en la Prisión Central Masculina y que el médico estuvo con grilletes cuando se reunieron en la prisión.

"Tratarlo como un Hannibal Lecter es una ofensa", dijo Peckham, refiriéndose al personaje de la película "El silencio de los inocentes". Otros representantes del jefe de la policía defendieron las medidas de seguridad y dijeron que se implementaron para cuidar a Murray.

El abogado tuvo que obtener una orden en la corte el martes para reunirse con Murray y poder analizar su estrategia ante la demanda por homicidio involuntario presentada por el padre de Jackson. Peckham dijo que a pesar de la orden del juez le negaron la entrada a la prisión, pero que las autoridades se lo permitieron después de hablar con la corte civil que lleva el caso.

La reunión se acortó y duró sólo 30 minutos pero Peckham dijo que se dio cuenta cómo ha cambiado la fortuna de Murray.

"Este hombre que salvó vidas cometió un error y lo van a hacer pagar como si fuera un asesino serial", dijo el abogado.

Murray es "está en la mira por su notoriedad y por su relación con Michael Jackson", dijo el vocero del jefe de la policía Steve Whitmore. "Simplemente estamos tratando de tener un poco más de cuidado en este momento".

Agregó que las autoridades de la prisión evaluarán como llevar la condena de Murray, pero que quizá no cumpla su sentencia completa aislado de otros presos. Dijo que sin un cambio reciente en la ley estatal, Murray estaría cumpliendo su pena en una prisión estatal y no en una del condado.

Peckham dijo que Murray, quien ha estado tras las rejas desde que un jurado lo declaró culpable de homicidio involuntario el 7 de noviembre, confía en que la corte de apelaciones fallará a su favor en el caso.

Peckham visitó al médico horas después de que Murray, que no recibió nada de los 150.000 dólares al mes que le había prometido Jackson para atenderlo como su médico personal, le pidió a la corte que le proporcionara un abogado pagado con fondos públicos para que lleve su apelación porque no cuenta con los medios económicos para hacerlo.

J. Michael Flanagan, quien era uno de los abogados defensores en el caso penal de Murray, coincidió con la descripción de Peckham. Agregó que cuando visitó a Murray recientemente, cuatro oficiales lo acompañaron a la sala de juntas y le colocaron un grillete unido a la mesa.

"Ni siquiera se podía rascar la nariz", dijo el abogado. Flanagan dijo que vio a otro preso quien había sido acusado de homicidio reuniéndose con su abogado sin las mismas medidas restrictivas.

"Esto es por su fama", dijo Whitmore. "No tanto por el crimen".

Murray perderá su licencia para ejercer medicina si su condena se mantiene tras la apelación.