Oscar 2023: ‘Triangle of Sadness’, ¿quién debe pagar?

Después nos presenta a los personajes ancla de la cinta. Un modelo masculino llamado Carl (Harris Dickinson) tiene una pelea con su novia, una también modelo e influencer Yaya (Dean), por que piensa que ella, dado que gana más dinero, debe pagar la cuenta del lujoso restaurante donde acaban de cenar.

Tras su repentina reconciliación ambos van a un crucero que ella ha ganado gracias a sus millones de seguidores en Instagram. Es ahí que conocen a un bestiario de súper ricos que parecen ser retratados por el cineasta como caricaturas pero que de apoco uno empieza a reconocer comportamientos plausibles en aquellos que figuran en la lista Forbes.

A bordo muchas cosas se precipitan, incluso los inodoros después de una cena llena de turbulencia. En esta noche en que todos los pasajeros vomitan la costosa cena que acaba de servirse, El Capitán y un adinerado ruso, interpretados por Woody Harrelson y Zlatko Buric, se embarcan en una discusión de borrachera sobre el comunismo y el capitalismo. Los comentarios de fórmula, los básicos de Karl Marx o Noam Chomsky, sientan las bases para lo que nos espera en el tercer acto del filme.

La inspección irónica y satírica de los mecanismos de validación son el tema cinematográfico de Ostlund. Lo hace en el arte contemporáneo con The Square, y aquí lo hace con la belleza, la moda, la imágen y el poder adquisitivo.

Una irónica explosión hace que el yate naufragué en una isla desierta. Y la maravillosa Dolly de Leon, de el giro inusitado. Este episodio es uno ilustrativo de la teoría del poder de Michel Foucault. Ya en las costas los sobrevivientes comienzan a comportarse como personas, alejados de su apariencia de súper modelos, súper ricos o afanadoras. Aparecen aquí la humanidad sin artificios. El poder ya no lo tiene a quien se le ha dado por privilegio sino quien es capaz de ejercerlo. Y volvemos a la pregunta del primer acto ¿quién debe pagar la cuenta?