Irma Serrano es célebre por sus películas, sus apariciones en televisión y sus provocadoras puestas en escena del Teatro Fru Fru. También, es cierto, de sus múltiples escándalos, su vínculo con la política y sus peleas mediáticas. Sin embargo su vínculo familiar con la literatura es algo que muy poco se ha explorado.
La Tigresa publicó tres libros. Ya llegaremos a ello. Pero antes iremos a su primer vínculo con el mundo literario.
Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, su nombre completo, nació el 9 de diciembre de 1933 en Comitán de Domínguez, Chiapas, México. Su madre María Castro Domínguez, fue una importante hacendada del estado.
Mientras que su padre fue Santiago Serrano Ruiz, mejor conocido como El Chanti, fue periodista impresor, escritor y poeta conocido en la localidad de Suchiapa, en el estado de Chiapas. Su obra fue breve pero en su época fue valiosa, sin embargo se tiene en el olvido debido a que han pasado décadas sin reeditarse.
De acuerdo a su perfil en la Enciclopedia de la Literatura en México, escribió poesía, crónica y ensayo y en 1917, publicó el poema Mi amazona, la cual “rompió con los moldes temáticos y estilísticos del modernismo, establecidos por Rodulfo Figueroa”. También publicó el libro Chiapas revolucionario.
Otro brazo que conecta a Irma Serrano con el mundo literario es Rosario Castellanos, la gran escritora mexicana que era su prima quien no sólo la acogió en la Ciudad de México, también, según contó la propia Tigresa, le presentó a varios de sus conocidos famosos quienes le facilitaron el acceso al mundo artístico.
Ella no recuerda si concluye pero sí que estudió en la Universidad en la carrera de literatura. Muchas de estas anécdotas las contó en dos volúmenes autobiográficos A Calzón Amarrado y Sin pelos en la lengua, y Una Loca en la Polaca. En los tres volúmenes cuenta experiencias concretas que confirman su influencia y vínculo directo con la política y el ámbito cultural.
