Saskia Niño de Rivera, a
ctivista
Salir de la norma “hetero” fue un infierno por cómo lo viví internamente. Romper con lo que pensaba que la sociedad esperaba de mí fue el trayecto más complicado de mi vida.
A los 15 años tuve mi primera novia y lo grité a los cuatro vientos. A mi familia no le importó, mi única obligación era ser feliz y eso hice. A los 16, corté y viví uno de los dolores más intensos; me pareció más fácil llevar una vida heterosexual. Fui la experta en reprimir quién era. Ocupé mi cabeza en el “deber ser” y lastimé a mucha gente en el proceso.

Deseo con todo mi ser, por mi hija y por las generaciones que vienen, que el concepto “salir del clóset”, ya no exista.
No sé si tenga una coming out story como tal. En el mundo en el que vivimos, constantemente tienes que estar “saliendo del clóset”. Aceptar quién soy me costó una vida entera. Soy una old timer. Me he rodeado de gente que amo y que me ama. Cuando se lo dije a mi mamá, su reacción fue pedirme perdón por “haberme educado heterosexual”. La vida está llena de prejuicios y quienes nos salimos de la norma afron- tamos más obstáculos por el puro hecho de ser diferente.
Tengo una hija y veo la complejidad de luchar siempre ante toda adversidad y ser la versión más auténtica de sí misma.
Deseo con todo mi ser, por mi hija y por las generaciones que vienen, que el concepto “salir del clóset”, ya no exista. “Salir” es estar a la expectativa de que el mundo exterior te acepte. Tú no tienes porque salir a darle explicación al mundo; que el mundo entre a amarte y respetarte tal cual eres.