Según el nuevo libro ‘Venganza: Meghan, Harry y la batalla entre los Windsor’ del biógrafo Tom Bower, la duquesa de Cornwall hizo una broma al príncipe cuando la pareja apenas comenzaba a salir. Le dijo, “¿No sería gracioso que su hijo tuviera un afro pelirrojo?”.

Sin embargo, una fuente de “alto nivel” dijo a Page Six: “Camila no es racista. Puedo afirmar categóricamente que ella no es la royal de la que hablaron Harry y Meghan”.
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En la entrevista con Oprah, los duques revelaron que uno de los miembros de la familia se preguntaba de qué color sería la piel del bebé de la pareja. La acusación generó una auténtica crisis mediática para la familia real.
Inicialmente, las miradas apuntaron a la reina Isabel y al duque de Edimburgo, pero la pareja señaló más tarde que no se trataba de ninguno de ellos.
Así, quedaron como ‘sospechosos’ el príncipe Carlos, Camila de Cornwall, el príncipe William, Kate Middleton, o incluso la princesa Ana o el príncipe Eduardo.