Este jueves el príncipe Carlos y su esposa Camila cerraron la primera jornada del Jubileo de Platino de la reina paseando por el centro de Londres. Tras el final de las celebraciones, el matrimonio decidió no usar el coche y recorrió a pie la escasa distancia que separa el palacio de Buckingham de Clarence House, su residencia oficial.
La casa del siglo XIX está ubicada en el Mall, el paseo que une Buckingham con Trafalgar Square y donde ayer se agolparon miles de curiosos para ver a los royals durante el tradicional desfile Trooping the Colour. Cuando el heredero al trono y la duquesa de Cornualles salieron a la calle todavía quedaban por la zona muchos curiosos, que se llevaron toda una sorpresa al verles paseando rodeados de una escolta policial.
Eso sí, la pareja no se salió del camino que se había delimitado previamente para la procesión, así que estaba separada del resto del público por una serie de vallas. Carlos, que estaba de humor excelente, se paró a saludar a varias personas para estrecharles la mano y charlar brevemente con ellas, como ha quedado inmortalizado en los vídeos que circulan por las redes sociales.