La nieta de Isabel II, Beatriz de York, y el hijo del rey Carlos Gustavo, Carlos Felipe de Suecia, acudieron a un compromiso a favor de la Asamblea Mundial de la Dislexia, una causa realmente importante para ambos; tanto la princesa como el príncipe padecen dicho trastorno del aprendizaje que afecta la forma en que las personas leen y escriben.
El evento marcó un antes y un después para Beatriz, se trata de la primera cita oficial a la que acude acompañada de su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi, con quien se casó en 2020 y con quien tiene una hija de siete meses, Sienna.
No sólo eso, sino que es la primera ocasión en la que la hija del príncipe Andrés, de 33 años, asiste a un compromiso sin la compañía de la familia real británica para encontrarse con miembros de otras casas reales, en este caso, con el príncipe Carlos Felipe de Suecia, su esposa, la princesa Sofía, y la reina Silvia de Suecia.
Carlos Felipe y Sofía, papás de tres niños, subieron a su Instagram —red social de la que Beatriz no forma parte— una imagen con la pareja de royals británicos.
"Un especial agradecimiento a Su Alteza Real la princesa Beatriz, una activista de las mentes disléxicas desde siempre, y a su esposo Edoardo por unirse a nosotros", se lee en la publicación.
La organización Made by Dyslexia trabaja por mejorar las condiciones en las que el trastorno que padecen tanto ella como Carlos Felipe sea manejado tanto en escuelas como en espacios laborales.
"Honestamente, lo que me ha inspirado a hablar de la dislexia de esta forma es porque quiero cambiar la narrativa en torno al diagnóstico. Siento que incluso el referirse a ello como un diagnóstico no hace justicia a la genialidad de algunas de las mentes más fantásticas que tenemos. Cambiar la narrativa sólo un poco hacia algo positivo, con impacto, puede ayudarnos a todos", aseguró Beatriz.