Llegaron a su fin los Invictus Games, la competencia deportiva para veteranos militares fundada por el príncipe Harry, motivo que lo llevó a viajar a La Haya, Holanda, desde finales de la semana pasada.
Como estaba previsto, el rey Guillermo de Holanda —quien no organizó una recepción para el príncipe y Meghan Markle en palacio— hizo acto de presencia en la final de basquetbol en silla de ruedas entre Estados Unidos y el país anfitrión, misma en la que el visitante resultó ganador.
No por ello el rey se mostró desanimado: al contrario, tanto él como el duque de Sussex la pasaron muy bien durante el encuentro, apoyando a ambos equipos, aplaudiendo y celebrando los mejores puntos.
El príncipe se mostró relajado frente al monarca, cuyo estilo siempre ha sido diferente al de otros royals: menos ceremonial y protocolario, algo que seguramente es llamativo para el príncipe Harry que hace dos años decidió separarse de la familia real para vivir una vida independiente junto a su familia en California.
El divertido encuentro seguramente fue como una brisa de aire fresco para el duque, que ha estado bajo los reflectores tras la entrevista que dio al Today Show, en la que varios de sus comentarios fueron fuertemente criticados por los medios británicos.
Entre ellos el que considera a Estados Unidos "su hogar", o que desea estar al pendiente de la "protección" de la reina, lo cual fue tomado por muchos como un insulto al príncipe Carlos y a su hermano, el príncipe William.
La noche anterior también fue de relajación para el príncipe, que visitó un pub irlandés, donde se reporta que sólo pidió una pinta de la tradicional cerveza Guinness. "Una pinta y es todo. Sólo una y después tomaré limonada", dijo el príncipe a John Gulay, dueño del lugar.
John ofreció al hijo de Carlos y Diana de Gales una ronda de shots de tequila, mismos que Harry rechazó y pidió que se regalaran a los presentes en el bar. Según Sky News, Gulay afirmó el príncipe es "una persona muy agradable", y que, a pesar de que insistió en pagar la cuenta, ésta corrió a cargo de la casa.
